miércoles, 26 de noviembre de 2014

La Verdadera Historia de Santa Claus


Todas las navidades oímos hablar de que Santa Claus nos traerá regalos si hemos sido buenos durante el año. Muchos cristianos se oponen a propagar tal leyenda, que viene mas bien de una leyenda de Holanda, quien su carácter principal es Sinterklaas, quien en torno tiene su origen de San Nicolás de Myra. Es en este personaje histórico, y que fue obispo de la iglesia en el 4th siglo.

San Nicolás nació en Patara, Lycia, en lo que hoy es Turquía cerca del año 270 A.D. y murió en Myra, también en Lycia, el 6 de Diciembre,  343 A.D.  Se dice que desde bien joven, Nicolás fue muy observador de la religión cristiana, y que se convirtió en huérfano a una muy temprana edad.  Su tío, quien también era del mismo nombre y era obispo de Patara, lo convirtió en Lector (en la iglesia primitiva, este puesto era inferior al ser diacono, pero superior del corriente feligrés.  Esta posición ha sido retenida por algunas iglesias el día de hoy en las cuales se incluyen la Anglicana, Católica Romana y Ortodoxa). Luego, fue ordenado como Presbítero.

Dado que sus padres habían sido personas de dinero, San Nicolás dio su fortuna durante su vida a aquellos que no tenían tantas pertenencias. Existe una leyenda en la cual un padre de tres hijas, al no tener dote para ellas, se veía obligado a venderlas a la prostitucion, para el tener alguna forma de ingreso. Al oír esto, San Nicolás trajo 3 bolsas de oro a la casa de este hombre en la noche, y fue descubierto en la ultima noche por el padre de las muchachas.  Gracias a ese dinero, pudieron dar el dote de matrimonio, y escaparon ser vendidas a la prostitucion.

También se dice que este obispo tomo parte en el Concilio de Nicea, aunque no tenemos datos concretos al respecto. Pero existe una leyenda sobre lo que paso en el concilio.  Se dice que cuando Arrio, el hereje que negaba la deidad de Cristo estaba dando su discurso a los obispos, San Nicolás no soporto oír sus herejías, y se levanto y fue y le pego una bofetada a Arrio.  Su castigo de parte de los demás obispos fue quitarle su vestimenta de obispo, y ponerle en la cárcel. Durante la noche, se le presento Jesús (y algunas versiones dicen que también María) que le pregunto porque estaba en la cárcel, a lo que el le respondió “por amor a ti”. Jesús lo volvió a vestir como obispo, y le entrego una Biblia para que la leyera.  Al día siguiente, el carcelero al ver que estaba vestido y desencadenado, dio informe al emperador Constantino, y San Nicolás fue dejado en libertad.  El Concilio de Nicea termino rechazando la posición de Arrio, y San Nicolás devuelto a su obispado.

Podemos ver que la historia de San Nicolás no solamente tiene el elemento de ser dadivoso, sino que también contiene el elemento de ser fiel a las Escrituras, a pesar de la adversidad. Podemos tomar de nuevo esas características que San Nicolás mostró durante su vida, su compasión por aquellos que no tenían los recursos necesarios para subsistir, como también el amor a las Escrituras al punto de perder todo privilegios si no se tolera la herejía en nuestros medios.

Feliz Navidad, y no olvidemos que este obispo hizo lo que hizo, por el amor a Jesús.  Que ese sea el motor que nos mueva hoy y siempre.


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